En esta época del año todo se ralentiza, todos
estamos pensando en las vacaciones, en las fiestas de nuestros pueblos, etc.
Sin embargo también en esta época, como en el resto
del año, pero sobre todo ahora en verano nos llegan informaciones acerca de los
miles de inmigrantes africanos que llegan a nuestras costas o, lo que es peor,
de los miles de ellos que pierden sus vidas intentándolo.
Son noticias, son imágenes, que incomodan a algunos,
que nos entristecen a otros.
Ver las imágenes de hombres, mujeres y, sobre todo,
niños flotando ahogados en las aguas del Mediterráneo junto a restos de sus
barcas destrozadas es muy duro, es algo que denigra nuestra condición de seres
humanos.
Como he dicho ésto ocurre en las aguas del
Mediterráneo, en esas mismas aguas donde miles de nosotros disfrutamos de
nuestros fines de semana veraniegos, de nuestras vacaciones.
Nuestros políticos a nivel nacional, en permanente
campaña electoral, no dudan en aprovechar estas tragedias para echárselas a la
cara de unos a otros. Se tachan de
populistas, de demagogos, de cualquier cosa que haga quedar mal al rival
político. Se llenan la boca de mentiras,
de medias verdades, sin ningún pudor cuando a cualquier persona de bien se nos
revuelve el estómago y se nos parte el alma.
Nadie tiene derecho a juzgar a esas personas que
empujadas por el hambre, las guerras, las persecuciones étnicas o políticas
deciden abandonar su tierra, sus familias, “su mundo” e intentar conseguir un
futuro mejor para ellos y sus familias.
No hace tantos años, tras la guerra civil española, miles de españoles
se fueron en busca de un futuro que aquí no iban a tener.
Todos tenemos que intentar aportar nuestro pequeño
grano de arena para ayudarles a empezar de nuevo, no podemos pensar que su
llegada acabará con “nuestro mundo”, con nuestra zona de confort.
Aunque a veces tenga ganas de hacer las cosas “con las tripas”, de arrasar con todo lo que
no me gusta, prefiero hacerlo como me enseñaron mis padres, “por amor”. En este
caso, por amor a nuestros semejantes.
GANAR – Manolo Gómez
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