Reflexiones desde Ganar Híjar

En el día que nos amanecemos con la condena al Partido Popular (sí, sí, condena, no sospecha ni nada por el estilo) por el interminable Gurtel, unos días después del affaire del chalet (que tendrá tela pero ni un girón en comparación con lo otro), se celebraba pleno municipal en Híjar.

Un pleno convocado sin el tiempo establecido por normativa, a las 12 de la mañana de un jueves cualquiera. Una buena hora para cualquier trabajador, como podrán entender ustedes. Suele ser excusa habitual el comentario de "no son temas importantes". Aunque aquí podríamos establecer una larga conversación entre lo que es importante y lo que no. Un pleno convocado con un punto de ruegos y preguntas cuando conocían perfectamente que dos de los tres concejales de la oposición difícilmente podían asistir.

Y aquí es donde deberíamos hablar de cómo aprovechamos los recursos humanos de nuestro querido ayuntamiento. Porque, entre los tres concejales de Ganar Híjar, ninguno titulado con máster, hay mucho que rascar. A la experiencia en temas sociales, educativos, asociativos, común en muchos concejales, podríamos sumar experiencia en gestión de recursos públicos, en planificación, en ordenación del territorio, en cultura, deportes, patrimonio cultural y natural... Por citar sólo alguna de las pequeñas cosas (importantes o no) en la que el grupo Ganar Híjar tendría mucho que aportar.

Cuando nos presentamos hace ya tres años quisimos promover un programa electoral en el cual poner en canción la importancia que tienen las formas de hacer las cosas y, fundamentalmente, la "planificación". Muchos de nuestros votantes y nuestros vecinos nos preguntaban pero... ¿Qué es lo que vais a hacer?. Y nosotros contestábamos que para hacer, para hacerlo bien, para que los proyectos salgan adelante sin grandes tropiezos,  lo importante es el método, la planificación. Está claro que cada uno tenemos nuestras prioridades de futuro para el pueblo. Y desde luego, no parece lógico que los cúmulos de prioridades se conviertan, legislatura tras legislatura, en proyectos y obras inacabadas.

Porque ahí es donde entra de raíz la importancia de planificar las cosas con sentido. De ver cómo y hasta dónde se pueden llegar con las obras. De interesarse y desarrollar la gestión de lo que se construye, cómo va a funcionar después y qué es lo que nos interesa como pueblo. Porque como pueblo el interés de la gestión diaria no es tan complicado como parece. La gestión diaria es la que es. Cuando algo se estropea hay que arreglarlo, está claro. Pero, ¿es lógico que cada obra que se haga haya que replantearla?. Esto supone retrasos, expedientes que pueden suponer pérdida de subvenciones y, lo que es más preocupante, como decíamos, empantanar proyectos.

Hace unos días conocíamos la noticia de que 200000 euros del FITE se iban a destinar al nuevo (otra obra nueva) espacio expositivo para las peanas de Semana Santa. Buena noticia sin duda la de seguir consiguiendo fondos para invertirlos en el pueblo, se dirán ustedes. Y en parte, no lo discuto, hay parte de razón. Pero, ahí es donde entra la planificación y la gestión de los fondos públicos. ¿No podían haber pensado esto antes?. Porque lo que tenemos hoy en día es una nueva obra empantanada, el Calvario. Sí, digo bien, empantanada. Una visita al estado actual de las obras del interior y podrían comprobarlo ustedes. ¿Cuánto dinero hará falta para acabarla?

Desde Ganar Híjar se insistió desde el principio en que, más que una macro-obra (estilo que vende mucho electoralmente y que suele funcionarle al PP) necesitábamos una puesta a punto para poder tener un edificio municipal digno que pudiera tener un servicio mínimo.

Cualquier crítica a esa obra nos origina quebraderos de cabeza y explicaciones. La construcción de la sala expositiva, si hacemos una valoración por encima, se puede ir de cualquier manera a los 400000 euros. Euros que no se destinarán a la finalización del Calvario, por supuesto. Determinados sectores del Partido Popular local utilizan cualquier comentario o reflexión para descalificarnos. Pero la realidad es la que es. Los fondos que podrían destinarse a ir terminando la residencia, que sin duda traería muchísimo más trabajo y resultados que otras macro-obras, se destinan a algo más electoral, más sentimental, menos reflexivo, como el Calvario y nuestra Semana Santa. Así , sin más.

Con 1600 habitantes somos lo que somos, no lo que fuimos. Nos podrán atosigar con fotografías antiguas de edificios, calles y patrimonio. Los mismos que cuelgan y aplauden determinadas fotos e historias son los que no hicieron nada para que esas fotos sean realidades hoy en día.

Mociones aprobadas para planicicación cultural y urbana que nunca se cumplen (ni están ni se les espera). Ninguneo generalizado con concejales que no han hecho otra cosa en la vida que trabajar por el pueblo.

Con nuestras debilidades, obvias y que no escondemos, creemos que podemos seguir aportando a nuestro pueblo. Creemos que el proyecto debe de tener continuidad. Opinamos que hay muchas cosas que se pueden hacer.

Los que nos catalogan con el NO deberían de hacérselo mirar. Solo hay que ver las propuestas de trabajo que se han ido haciendo estos tres años. Leer nuestras crónicas y artículos es buen antídoto para poder comparar lo que se hace, lo que se podía hacer y, al menos, opinar de manera fundada.

Desde luego que tenemos distintas prioridades. Desde luego que incluso podemos estar equivocados en determinadas apreciaciones sobre la realidad social, cultural y económica de Híjar. Pero entendemos que tenemos suficiente experiencia e ideas para que, al menos, puedan ser tenidas en cuenta no sólo por los ciudadanos de Híjar, sino también por los que nos representan a nivel gubernamental.

Y sí, las obras menores también las sentimos importantes. Y las modificaciones presupuestarias, por pequeñas que sean. Y todavía consideramos más importante que la gente interesada, al menos, pueda conocer el porqué de las mismas, el cómo... O si dichas modificaciones, replanteamientos y actuaciones son más o menos importantes para el desarrollo de nuestro pueblo.

Porque al equipo de gobierno le puede parecer un logro convertir plazas en parkings, invertir todos los fondos del FITE en el Calvario aunque sepan que no van a poder acabarlo en muchos años, o vender como turismo idílico u hotel de encanto algo que, desgraciadamente (y sin han viajado lo sabrán) no lo tiene. Les puede parecer un logro comentar en los plenos que están hablando con empresas (llevan varias legislaturas así) para instalarse en Híjar y que la oposición no sepa nada ni pueda aportar nada al respecto. Les puede parecer un logro que no sepamos nada del funcionamiento ni de la política laboral de fundaciones en las cuales tenemos representación pública. Les puede parecer un logro que, cuando nos barren con su rodillo en cualquier planteamiento que hacemos público, saquen pecho con sus "barras bravas" diciendo aquello de "mira tú cómo les hemos dejado". Les puede parecer un logro pertenecer a una organización política condenada y que un grupo de concejales que no pertenecen a ningún partido tengan que oírse cualquier comentario de cualquier partido de izquierdas con el que puedan sentirse más o menos identificado.

El verdadero logro es buscar los caminos que puedan permitir que Híjar no languidezca. Que no se apoltrone en la comodidad de no hacer nada. De dejar las cosas como están.

Porque de seguir dejando las cosas como están pocos estarán aquí para verlas. Y no hay que irse tan lejos para ver pequeños logros municipales.

Porque el que no arriesga no gana. Y la política supone también cierto riesgo que debemos asumir. Al menos si queremos que nuestro pueblo no sea solo una postal de lo buenos y guapos que fuimos.



Víctor Guiu, concejal de Ganar Híjar